
Entre todas las decisiones que la madre debe afrontar, una de las más difíciles es la de optar por volver al trabajo o quedarse en casa con el bebé. Después de haber dado la vida a un ser tan adorable, es difícil aceptar la idea de que hay que confiarlo durante una gran parte del día a otra persona. Te gustaría asistir a todos los momentos significativos de su crecimiento, a sus primeras palabras y a sus primeros pasos. Al mismo tiempo, si tu trabajo es gratificante y te aporta satisfacciones, te resulta difícil abandonarlo para quedarte en casa.
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